Joven ciego cabildea en el Senado contra proyecto de impericia


Jueves, 15 de septiembre de 2011
 
Además de abogar por que no se les imponga una cifra máxima a los médicos que incurran en impericia, Luis García, también expresó su preocupación de que la maestra de educación especial le dé clases sólo tres veces en semana. (Primera Hora / Archivo / Andre Kang)

“Por treinta monedas de plata no le pueden quitar los derechos a los puertorriqueños”.

Eso le dijo ayer Luisito García, de 13 años y ciego por culpa de una impericia médica, al presidente del Senado.

El niño, que le pidió una reunión al líder senatorial, abogó por que el Senado rechace el proyecto que pretende establecer un tope en el monto de las demandas por impericia.

“No vengo por mí, vengo por los demás”, fue lo primero que el jovencito le dijo al presidente de la Cámara Alta.

Luisito -que le comentó al líder senatorial que podría ser como él cuando crezca y éste le contestó que será mejor- compartió con el político otra preocupación.

Como estudiante de educación especial, su maestra sólo le da clases tres veces a la semana.

Eso provocó que el presidente del Senado comenzara a hacer llamadas para resolver lo que es una grave injusticia para un adolescente que se destaca por su inteligencia.

Durante el encuentro, el asesor legal de la Asociación de Víctimas de Impericia, Rafael García, aprovechó para indicarle al Presidente del Senado que no es cierto que los médicos no tengan seguros disponibles a buen precio.

Le indicó que la Puerto Rico Medical Defense Insurance les ofrece a los especialistas en medicina interna una póliza de $3 millones por $4,490 anuales, por ejemplo.

El de los ortopedas, por la misma suma, es de $22,495 y por $300 mil, cobran $7,735.

“Rivera Schatz nos dijo que había que reunir a las partes en conflicto para lograr una medida justa. Salimos satisfechos”, dijo García.

García dio a conocer, de otra parte, que el gobernador Luis Fortuño firmó una ley para proteger de embargos la residencia principal de todos los ciudadanos, no importa su precio, en casos de demandas.

“Los médicos ahora están protegidos. Si antes tenían la grave preocupación de perder la casa, tienen esa ley. Esto les debe quitar el interés en el tope”, acotó el abogado.

Con la ley, si el médico no tiene un seguro que cubra sus demandas y no tiene otras propiedades, puede terminar no pagando nada.

La Ley de Hogar Seguro, dijo García, exime de la prohibición los casos relacionados con hipotecas, los de las deudas a contratistas, donde aplique la ley de Quiebras federal y otros.